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Miguel R. Valladares García

martes 30 de septiembre de 2025

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Frases indignadas y fotos de blusas invadieron las redes sociales suecas el viernes, en apoyo a la directora destituida de la Academia sueca que otorga el premio Nobel de Literatura.

Muchos en Suecia, un país que se precia de promover la igualdad de género, están indignados porque dos mujeres de gran prestigio fueron obligadas a renunciar a puestos jerárquicos, efectivamente a consecuencia de los presuntos abusos sexuales de un hombre: Jean-Claude Arnault, una personalidad cultural respetada en el país.

Las renuncias coronan una semana en la que ha caído por tierra el prestigio de una de las instituciones culturales más famosas de Suecia. Tanto el rey de Suecia como la Fundación Nobel han exigido que la Academia ponga su casa en orden antes de manchar la reputación del premio Nobel en sí.

“Las batallas feministas se suceden a diario”, escribió la ministra de Cultura sueca Alice Bah Kuhnke, quien publicó una foto suya con una blusa similar a la que vestía la renunciante Sara Danius.

A ella se sumaron la ministra de Asuntos Sociales, Annika Strandhall, la actriz Helena Bergstrom y la diseñadora de modas Camilla Thulin a medida que crecía la indignación por la renuncia de Danius.

Danius, profesora de literatura de 56 años, renunció a la Academia Sueca el jueves por la noche después de una reunión turbulenta. Poco después, la Academia anunció la partida de la poeta y narradora Katarina Frostenson.

La membresía en la Academia es vitalicia y las renuncias son sumamente inusuales.

Frostenson es la esposa de Arnault y muchos en Suecia han señalado que es sexista castigar a una mujer por los presuntos abusos cometidos por su esposo.

En declaraciones a la agencia noticiosa sueca TT, Danius dijo que había aceptado ser la directora de la Academia “porque percibí el apoyo a la ambición de modernizarla de manera cauta pero consecuente”.

La semana pasada, tres hombres _Klas Ostergren, Kjell Espmark y Peter Englund_ renunciaron a la Academia después que ésta votó contra la destitución de Frostenson.

En diciembre, la Academia prohibió la asistencia de Arnault a un banquete Nobel después que el diario sueco Dagens Nyheter publicó denuncias de 18 mujeres de que las había atacado o violado.

Arnault ha negado todas las acusaciones.

Indigna en Suecia la renuncia de dos mujeres a la Academia

La titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho, confirmó que en una fecha sin definir se rendirá un homenaje nacional al ensayista y novelista Sergio Pitol, quien falleció el jueves.

La funcionaria acudió a los funerales del reconocido narrador y traductor, en Xalapa, Veracruz, y después de montar la primera guardia de honor adelantó que el reconocimiento será en el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.

En representación de la secretaria de Cultura federal, María Cristina García Cepeda, Camacho expresó que “con la muerte de Sergio Pitol se pierde a un gran hombre de las letras mexicanas, en particular, y de la cultura nacional, en general”.

Precisó que la decisión de hacer un homenaje al Premio Cervantes de Literatura 2005 se consultó con sus familiares. “Tenemos que ser respetuosos con la decisión de la familia en este momento”, subrayó.

Lidia Camacho enfatizó que el escritor era un narrador de estricta prosa, traductor impecable y un ser humano sumamente generoso, razón por la cual, dijo, al INBA le compete preservar su legado literario entre todo tipo de lectores.

Aseveró que el también ganador de los premios Xavier Villaurrutia 1981, Latinoamericano de Narrativa Colima 1982, Herralde de Novela 1984, Nacional de Literatura y Lingüística 1993, de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1999 e Internacional Alfonso Reyes 2015, así como de la Medalla Bellas Artes 2008, fue el embajador de otro tipo de literatura en este país y que gracias a él «conocemos a otros autores a los que difícilmente podríamos haber tenido acceso».

Recordó que en fechas recientes el INBA festejó sus 85 años de vida en el máximo recinto cultural del país -el Palacio de Bellas Artes-, en una mesa redonda en la que se recordaron anécdotas de su infancia y trayectoria como escritor y diplomático.

En su oportunidad el coordinador nacional de Literatura del instituto, Geney Beltrán Félix, señaló que el autor nacido el 18 de marzo de 1933 en Puebla y fallecido en la víspera en Xalapa, Veracruz, fue un gran visionario que abrió nuevos caminos en la literatura mexicana.

 

Homenaje a Sergio Pitol será en el Palacio de Bellas Artes

Foto: Archivo

El tenor mexicano Javier Camarena recibió ovaciones de pie en el primero de los dos conciertos que ofrecerá en el Palacio de Bellas Artes, a beneficio de damnificados en Ixtaltepec, Oaxaca, tras los sismos del pasado septiembre.

«Es una comunidad que ha sufrido mucho desde antes de que ocurrieran los sismos, aún hay muchas que hacer para reconstruir nuestro México», dijo.

Asimismo, dedicó «Dal tuo stellato soglio» de la ópera Moisés en Egipto de Rossini a los habitantes de ese municipio.

«Es una oración para todas las personas que siguen sufriendo por las catástrofes del pasado septiembre, pero también sufren de marginación y de desinterés». La obra fue interpretada por el Coro del Teatro de Bellas Artes por el bajo-barítono Rodrigo Urrutia, y por los cantantes Akemi Endo, Edgar Villalba y Mariel Reyes, miembros del Estudio Ópera de Bellas Artes.

El repertorio de la Gala Rossini, dedicada también a conmemorar los 150 años de la muerte del compositor italiano, estuvo integrado por La urraca ladrona, El conde Ory, El barbero de Sevilla, La italiana en Argel, El señor Bruschino, Semiramide y La Cenicienta.

El cantante también estuvo acompañado por la soprano Anabel de la Mora, la mezzosoprano Guadalupe Paz y el barítono José Manuel; así como becarios del Estudio, Ariadne Montijo, Frida Portillo, Carlos Arámbula y David Echeverría, con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Srba Dinic.

El concierto cerró con la interpretación de «Si, ritrovarla io giuro» de La cenicienta, aria con la que en 2014 se convirtió en el tercer cantante en los últimos setenta años del Metropolitan Opera House en ofrecer un bis, desde entonces ha recibido elogios de algunas de las casas de ópera más importantes del mundo, así como de la crítica especializada que lo ha calificado como el mejor tenor belcantista del momento.

La interpretación de esta aria que lo llevó a los cuernos de la luna, provocó aplausos por varios minutos de la audiencia. La gala concluyó con el coro de El barbero de Sevilla.

La siguiente función se llevará a cabo el próximo domingo y también será a beneficio de los habitantes Ixtaltepec. La Fundación Duerme Tranquilo A.C. será la encargada de entregar la recaudación.

Javier Camarena canta para ayudar

A partir de esta noche y hasta el próximo 25 de junio se exhibe la primera Bienal de Arte Huichol en un reconocido hotel del poniente de la Ciudad de México.

Al inaugurar la exhibición, autoridades culturales y promotores del arte destacaron la creatividad de los artistas que participan en la Bienal, que busca exaltar el espíritu del pueblo Wixárika, a través de piezas intervenidas por creadores de municipios como San Andrés Cohamiata (Jalisco) y Santa María del Oro (Nayarit), entre otros.

La Expo-venta está integrada por piezas en gran formato en fibra de vidrio con chaquiras o diseños en estambre. Sorprende una pieza gigantesca en forma de Rinoceronte que incluye más de 4 millones 200 mil chaquiras de vidrio.

Además de rinocerontes, se pueden observar elefantes, cráneos, un ataúd, venados, autos de carreras, cascos de motociclista, perros, intervenciones en bicicletas y cuatros con la cosmovisión de la cultura Huichol.

Las obras, informaron los promotores de la Bienal, pueden ser adquiridas. Cabe mencionar que un jurado evaluará la creatividad de las piezas y habrá un primer lugar, el cual se hará acreedor a mil dólares.

El jurado lo integran el doctor Johannes Neurath, director de la Sala Cora Huichol del Museo Nacional de Antropología e Historia; el doctor Antonio Saborit, director general del Museo Nacional de Antropología e Historia, y la doctora Regina Lira, Jefa de Investigación Antropológica del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Así como el maestro Juan Carlos Pereda, subdirector de Colecciones del Museo de Arte Rufino Tamayo, y el maestro Francisco Benítez de la Cruz, pedagogo rural.

Como parte de las actividades de la Bienal, el próximo sábado se llevará a cabo un festival musical, cultural y gastronómico. Además tendrá lugar un bazar en el que se podrá conversar con los artistas huicholes, cuyo arte ha trascendido las fronteras y actualmente exhiben en el extranjero.

 

Esencia de wixárika protagoniza la primera Bienal de Arte Huichol

Ciudad de México.- Sergio Pitol, el escritor mexicano celebrado con el máximo premio de la literatura hispana, y cuyo tránsito por la ficción, el ensayo y la traducción le valió ser considerado por algunos como un “alquimista” de las letras, falleció. Tenía 85 años.

Familiares y Alberto Salamanca, vocero de la Secretaría de Cultura, informaron que el autor mexicano murió ayer por la mañana en su casa en Xalapa, estado de Veracruz, de causas naturales.

Narrador, ensayista, traductor y diplomático, Pitol fue considerado una de las grandes plumas de las letras mexicanas y logró algunos de los mayores premios literarios, incluido el Cervantes en 2005.

Premios

Además, obtuvo el Premio Nacional de Literatura de México en 1983 y el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 1999, entre otros reconocimientos.

Entre sus obras se destacan “El tañido de una flauta”, “Juegos florales”, “El arte de la fuga”, “La vida conyugal” y “Domar a la divina garza”. Asimismo, dedicó sus esfuerzos literarios al cuento, reuniendo sus relatos en títulos como “No hay tal lugar” y “Nocturno de Bujara”.

Su primo Luis Demeneghi, quien dijo que consideraba a Pitol más que un hermano, señaló que el escritor tenía desde hace un tiempo problemas renales y que se sometió a una cirugía el año pasado.

“Yo creo que fue uno de los grandes escritores que tuvo Mexico, en el siglo pasado y en este siglo”, dijo Demeneghi. “‘El Mago de Viena’ es realmente una obra maestra”.

Vivacidad, humor y libertad

De hablar pausado y profundo, Pitol solía vestir elegantemente con trajes sastre, mientras que su escritura irradiaba vivacidad, humor y libertad.

Dividía su literatura en etapas, comenzando por la severa, con un tono trágico en los personajes; la de su llegada a la capital y los viajes por el mundo; la de la parodia; y la de la literatura como narración que tiene un poco o mucho de otros géneros, de la imaginación y de la realidad, con ensayos que se vuelven relatos y novelas que tienen ensayo. Era un maestro en lograr esa alquimia literaria.

Historia

Nacido el 18 de marzo de 1933 en la ciudad de Puebla, en el centro de México, pasó su infancia en el pueblo de Potrero, Veracruz, en el este del país, lo que lo marcó de por vida.

Los abuelos paternos y maternos de Pitol habían inmigrado de Italia a Veracruz. Antes de que cumpliera 6 años su padre murió de meningitis y su madre ahogada al poco tiempo (en sus entrevistas Pitol variaba la edad que tenía cuando ocurrieron los hechos). También tenía una hermana que falleció a las dos semanas del deceso de su madre. Tras estos acontecimientos Pitol contrajo malaria, lo que le hizo tener problemas de salud por varios años.

Ensayista y traductor, estudió Derecho y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y fue titular de esa carrera en su alma máter, en la Universidad Veracruzana de Xalapa y en la Universidad de Brístol.

Pitol y su hermano Ángel se fueron a vivir con su abuela materna y ella fue la que lo acercó a los libros apenas aprendió a leer, además de que contaba que no le ponía ninguna censura, por lo que leía lo que quería.

Acervo

Además de Julio Verne, a los 12 años sabía de Charles Dickens y Robert Louis Stevenson y ya había leído “La guerra y la paz”. A los 17, su acervo incluía también a Marcel Proust, William Faulkner, Thomas Mann y Franz Kafka.

Estudió derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero prefería ir de oyente a la facultad de Filosofía y Letras, donde continuó su formación. Fue diplomático, una faceta que le permitió ser consejero cultural en las embajadas mexicanas en Varsovia, Budapest y Moscú. También fue embajador de México en Checoslovaquia y agregado cultural en París.

Tradujo a grandes como Jane Austen, Henry James y Joseph Conrad, así como a los autores polacos Kazimierz Brandys y Witold Gombrowicz. “No conozco mejor enseñanza para estructurar una novela, que la traducción”, escribió el propio Pitol en “Una autobiografía soterrada”, publicada en 2011.

Sufre de afasia

En sus últimos años Pitol había sufrido una afasia que le impedía hablar normalmente. Fue ingresado a terapia intensiva en febrero de 2015 por un problema intestinal, que requirió atención especializada.

Escribió a mano

Todas sus obras las escribió a mano y en papel, porque siempre consideró que el lápiz era una extensión de su brazo y de sí mismo, con la que transmitía todas sus emociones.

Fallece Sergio Pitol, el «alquimista» de las letras mexicanas

El próximo 18 de mayo llegará a la pantalla grande “La voz de un sueño”, película que fue filmada en escenarios michoacanos, destacó este jueves la Secretaría de Cultura estatal.

En un comunicado, la dependencia señaló que dicho filme del director michoacano Ignacio Martínez Casares, promueve el seguir los sueños, a través de su protagonista, una joven que desea cristalizar su anhelo de convertirse en cantante, aunque su padre no esté de acuerdo.

Además de los sueños, el trabajo cinematográfico también reflejará y promoverá en el público, la importancia de los valores y la familia.

Aunque la cinta no cuenta tal cual la vida de la uruapense Rocío Vega, sí se partió de su historia para realizar dicha producción que contó con distintas locaciones en Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro, Zirahuén y Morelia.

En la capital del estado, dos recintos albergaron algunas de las escenas como el Teatro Ocampo y el Centro Cultural Clavijero con lo que la arquitectura de estos edificios michoacanos quedara inmortalizada en el séptimo arte

De igual forma, en las escenas se plasmaron las tradiciones, vestimentas y la comida como los uchepos, así como el jardín de las rosas en Morelia.

Cabe recordar que las grabaciones se realizaron en 2016, y participaron actores como Iazua Larios, Salvador Sánchez, Patricia Reyes Spíndola, Mario Zaragoza, Axel Ricco, Adriana Paz y María León.

Estrenan en mayo «La voz de un sueño», cinta filmada en Michoacán

«Sergio Pitol fue una gente extraordinariamente alegre, se enfrentó al sufrimiento y a los dolores de la vida con una alegría rebelde y desafiante», asegura Juan Villoro de su amigo y maestro de la vida y de las letras.

«Una de las cosas más importantes en la literatura de Pitol es esa pasión carnavalesca por la vida y creo que debemos recordarlo así, no en clave dramática sino en la clave festiva que siempre quiso impregnarle a sus libros».

Villoro conoció a Pitol cuando tenía 20 años de edad y desde el principio, dice, lo trató como si fueran cómplices del mismo oficio y hubieran vivido muchas cosas juntos. «Se convirtió en un maestro vital para mí no solamente como escritor, sino con esta actitud poco frecuente entre los artistas y los escritores de entender que la alegría y la dicha son formas de la rebeldía, de la disidencia. Fue una persona llena de sentido del humor, con gran gusto por los viajes, por los animales, la música, la comida, una persona extraordinariamente vital».

Juan vio a Sergio por última vez en noviembre del año pasado. Lo visitó en su casa de Xalapa donde hoy falleció a los 85 años. «Lo encontré escuchando música y pude estar otra vez ante su sonrisa. No hablaba pero todavía se comunicaba con el signo que definió su vida que fue la alegría y su actitud sonriente y desafiante incluso en los momentos más duros y difíciles».

Villoro celebra esa característica gestual en Pitol que era su permanente sonrisa. Dice que a pesar de que algunas de sus historias son tristes y desde luego tenía una visión crítica del mundo, recuerda que siempre antepuso el afecto hacia los demás y la empatía para entenderse con ellos.

«Fue un maestro de vida que yo he tratado de seguir, por supuesto un maestro inalcanzable… Quienes eran más jóvenes que él nos beneficiamos de una extraordinaria generosidad, yo recuerdo la pasión con que descubría a nuevos autores, a Mario Bellatin o a Álvaro Enrigue y de inmediato buscaba conocerlos para volverse su amigo».

Como narrador, Villoro, dice que Pitol renovó nuestra literatura ejerciendo una mezcla de géneros muy interesantes que sólo a él le estaba concedida, libros como El desfile del amor, El arte de la fuga o El mago de Viena, se benefician de una mezcla de ensayos, narrativa y autobiografía.

Dice que como traductor se dedicó durante mucho tiempo en cuerpo y alma a la traducción. «Yo fui jurado del Premio Cervantes que el ganó en 2005 y una de las cosas que más se valoró en su trayectoria fueron los cerca de 100 libros que tradujo al español de unas cinco lenguas diferentes… A quienes tratábamos de traducir nos estimulaba, él consideraba que no hay mejor escuela para un escritor que la traducción porque es la única oportunidad de meterse auténticamente en las tripas de otro autor».

A pesar de la noticia triste, Villoro dice que su legado, su imaginación, su alegría, su gusto por la vida, su visión crítica e irónica de la realidad está en todos sus libros.

Juan Villoro se despide de su maestro Sergio Pitol

Sergio Pitol/ Foto: Archivo 

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reconoció a Sergio Pitol como un «universitario errante y narrador onírico universal»; destacó su labor como profesor de literatura eslava en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) y coordinador de Extensión Universitaria de la misma entidad.

«Su obra narrativa, ensayística es muy extensa, pero sobre todo es original, única, onírica y universal: muy Pitol», explicó Anamari Gomís, académica de la FFyL, quien fue su amiga, y compañera desde la década de los 80.

«Nos llenó de voces literarias que trajo de sus 28 años de destierro como miembro del Servicio Exterior Mexicano en París, Varsovia, Budapest y Moscú», apuntó.

Tradujo a los grandes de la literatura europea y a sus favoritos: Tolstoi o Gógol, destaca la institución, pero también fue admirador de la Familia Burrón de Gabriel Vargas, y de Carlos Monsiváis.

«Su obra se distingue por su ‘humor no mexicano’, también traído de las tierras en donde hizo una intensa labor de difusión cultural de su país del que, a pesar de la distancia, jamás se alejó. En ‘Desfile de Amor’ (1985) aparecen personajes muy divertidos de la cultura fantástica de este país, al que observó desde dentro también», señaló Gomís.

La Universidad destaca la difícil infancia del escritor nacido en Puebla, después de que su madre murió, dejándolos huérfanos a él y a su hermano. Prologó gran parte de su propia obra, publicada por el Fondo de Cultura Económica, y traducida en más de 15 idiomas, para explicar cómo resolvía técnicamente sus novelas.

Estudió en Roma, fue traductor en Beijing y en Barcelona, profesor universitario en Xalapa y en Bristol, y diplomático. Colaboró en la Revista de la Universidad, Estaciones, Revista de Bellas Artes y La palabra y el Hombre; en los suplementos México en la Cultura, La Cultura en México, entre otros.

Sergio Pitol obtuvo prácticamente todos los premios literarios nacionales e internacionales, como el Premio Cervantes (2005), el reconocimiento más importante en lengua española; el Nacional de Ciencias y Artes (1993); el Xavier Villaurrutia (1981) y el Juan Rulfo (1999), tan sólo por mencionar algunos, que lo distinguieron como un grande de la literatura mexicana.

UNAM reconoce a Pitol como «universitario errante y narrador onírico»

Elena Poniatowska/ Foto: Archivo

«Estaba tan enfermo que finalmente es una liberación», dice Elena Poniatowska al hablar de Sergio Pitol, su amigo fallecido la mañana de este jueves y a quien despide con el recuerdo de su gran sentido del humor y con el regalo de la amistad compartida.

«Fueron muchísimos años de amistad a través del tiempo. Yo lo vi a él en Polonia, pero compartimos la amistad a través del tiempo, yo no sé si tenga cartas de él o no, pero las podría buscar, pero a través del tiempo él fue un gran viajero, él se fue de México durante muchos años. Ya con los años él ya no viajaba. Durante tres o cuatro años él fue a Cuba varias veces porque allá le dieron la posibilidad cuando él empezó a perder el habla que le veías en los ojos; estabas platicando y de repente buscaba una palabra y no la encontraba, le veías un relámpago de angustia en los ojos, tremendo, y entonces tú buscabas la palabra y muchas veces le atinabas, de conocerlo, y entonces ya hacía una gran sonrisa y seguía», recuerda Poniatowska.

Más que los últimos años oscuros, donde dice que ella ya no lo vio, la última vez que lo visitó hará unos tres o cuatro años, cuando él todavía estaba bien; Elena recuerda momentos luminosos como cuando se preparaba para recibir el Premio Cervantes 2005.

«Gracias a Dios o gracias a la Providencia o gracias a México o a lo que tú quieras, cuando él se sacó el Cervantes todavía estaba muy bien, y además le dio una gran alegría, se preparó casi como un muchacho, como si fuera a casarse; se fue y se compró dos trajes de calle y un traje de vestir para recibir el premio. Estaba jubiloso, yo comí con él varias veces antes de que se fuera a la Alcalá de Henares; no fui a España, pero era una dicha enorme», expresa la escritora.

Elena Poniatowska recomienda leer «El mago de Viena», obra de la que Pitol se sentía muy orgulloso. «Él me dijo: ‘Yo me saqué el Cervantes por el libro ‘El mago de Viena’. Para recordarlo recomiendo ese libro, me gusta muchísimo. Él nunca escribía diálogos, jamás, no ponía diálogos, no le gustaba, todo lo hacía de corrido, tas, tas, tas; decía que no tenía facilidad para escribir y qué sufría. Pero escribió mucho para no tener facilidad».

Elena recuerda que Sergio Pitol adoraba a Monsiváis y a Luis Prieto: «Eran tres que siempre estaban juntos y hacían maldades en las fiestas. En una fiesta me acuerdo que rompieron todas las esferas del árbol de navidad, a mí eso no me gustó nada. Una travesura de los tres y reían mucho. Ellos eran muy cómplices».

La escritora y periodista recuerda también lo que significó ese premio para Xalapa y para Veracruz. «Desde el gobernador para abajo, caminar en la calle era muy difícil, todos salían, lo abrazaban, lo besaban, le daban la mano, era una cosa tremenda, al final él sabía un camino y me decía ‘no nos vayamos por el parque, te voy a llevar por unas callecitas escondidas para no encontrar a la gente’ porque ya era demasiado, ya era un rockstar de Xalapa», dice Elena, la amiga de Pitol, de Carlos Monsiváis y de José Emilio Pacheco.

Justo eso le sorprende más que la muerte de Sergio Pitol, el ver que sus amigos se han ido y ella los ha visto partir. «A Sergio Pitol le llevo un año, pero a los demás les llevaba como tres o cuatro años y que yo esté viva y ellos estén muertos me asombra, me deja muy turulata. Me deja diciendo ‘¿y ahora, qué paso?’ A lo mejor digo ‘bueno, a lo mejor ya me va a tocar, me tengo que apurar, me tengo que apurar'».

Poniatowska se despide de su amigo Sergio Pitol

Sergio Pitol fue una figura central de las letras mexicanas. Ganador del Premio Cervantes en 2005, se desempeñó como diplomático, traductor, ensayista y narrador.

Las obras del autor mexicano, fallecido el jueves a los 85 años, estuvieron marcadas por el humor y su mirada crítica ante la realidad, y fueron elogiadas por lectores y escritores. El salto de la ficción al ensayo y a la traducción le valió que algunos lo consideraran un “alquimista” de las letras.

A continuación una lista de sus obras y reconocimientos.

OBRAS

“Tiempo cercado”, 1959

«Infierno de todos», 1964

«Los climas», 1966

«No hay tal lugar», 1967

“Del encuentro nupcial”, 1970

«El tañido de una flauta» , 1972

«Asimetría», 1980

«Nocturno de Bujara», 1981

«Cementerio de tordos», 1982

«Juegos florales», 1985

«El desfile del amor», 1985

«Domar a la divina garza», 1988

«Vals de Mefisto», 1989

«La casa de la tribu», 1989

«La vida conyugal», 1991

«Todos los cuentos más uno», 1998

“Pasión por la trama”- 1998

«Soñar con la realidad», 1998

“El arte de la fuga”, 1997

“Cuentos completos”, 1999

«El viaje», 2000

«Todo está en todas las cosas», 2000

«De la realidad a la literatura», 2002

«Obras reunidas II», 2003

«Obras reunidas III», 2004

«El mago de Viena», 2005

«Trilogía de la memoria», 2007

«Una autobiografía soterrada» , 2011

PREMIOS

Premio La Palabra y el Hombre (México), Asimetría, 1980

Premio Xavier Villaurrutia (México), Nocturno de Bujara, 1981

Premio Herralde de Novela (España), El desfile del amor, 1984

Premio Nacional de Literatura (México), 1983

Gran Premio de la Asociación de Cultura Europea (Polonia), 1987

Premio Nacional de la Artes en la rama de Lingüística y Literatura (México) ,1993

Premio Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (Francia), 1999

Doctor honoris causa (Universidad de Veracruz), 2003

Premio Miguel de Cervantes (España), 2005

Las obras de Sergio Pitol y los premios que recibió

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