Aullar no es una cosa tan común en los perros como son los ladridos. Sin embargo, este comportamiento, heredado de los lobos, se encuentra presente y puede tener diversos significados. Como ladrar y gemir, aullar es una de las formas que las mascotas utilizan para comunicar algo que puede estar relacionado con su estado de ánimo o bien con algún acontecimiento.
Los lobos en vida libre utilizan el aullido como una “herramienta” que responde a su instinto: estos animales aúllan para reunir a la manada para alguna acción. Con un sonido que puede escucharse a kilómetros de distancia y que da una firma personal a cada ejemplar, un lobo tiene garantizado que encontrará a su manada, se mantendrá en contacto con algún miembro o marcará su territorio. Así, el aullido responde al carácter social de la especie, y le permite la supervivencia.
En el caso de los perros domésticos, la cuestión es un poco diferente. Se trata de un resquicio instintivo. Un comportamiento heredado de los ancestros que apenas tiene una utilidad cercana a la original en razón de que un perro doméstico ahora vive con una “manada” compuesta por humanos que no suelen aullar mucho que digamos.
Como resultado de la domesticación, los perros modificaron sus características biológicas, físicas y hasta psicológicas, pero el aullido se coló en medio del proceso evolutivo y, ahora, podemos escuchar a perros aullando para comunicarse con sus congéneres pero también con el ser humano.
De entre las razones del comportamiento encontramos que un perro aúlla para comunicar que está sufriendo algún tipo de dolor físico. El aullido es una forma de vocalizarlo. En otros casos, puede tratarse de una forma de expresar ansiedad, resultado del aislamiento de su familia, como cuando le han dejado solo en casa o se encuentra perdido. Así como en los lobos el aullido sirve para congregar a los miembros de la manada, en los perros es un mensaje para que el/los dueño/s vuelvan y él tenga compañía.
Otro caso en los que los perros aúllan es cuando quieren marcar su territorio. Esto es utilizado por los lobos para anunciar los límites territoriales a los que pueden o no acercarse los miembros de otras manadas, de otro modo, habrá una confrontación. Los perros no requieren mucho de estos “avisos” pero de vez en cuando puede observárseles aullando para dar respuesta a algún perro vecino.
Una razón muy recurrente es la imitación. Cuando un perro escucha la sirena de algún vehículo no dudará en reproducir el sonido. Esto no es más que una respuesta a un estímulo, no se trata necesariamente de que el perro intente comunicarse. Eso explica, por ejemplo, que algunos perros se decidan por “echarse” sus mejores aullidos cuando escuchan alguna canción en el estéreo.
Aunque las razones de los aullidos no son muy abundantes, el comportamiento podría resultar problemático cuando se desprende por ansiedad. Cuando se presentan estos casos es conveniente buscar formas de reducirla o adiestrarlo de modo que sólo aúlle bajo una orden.