Gaspar Servio, portero argentino de los Dorados de Sinaloa, reconoce que el sábado, durante el cotejo del Ascenso MX frente a los Cafetaleros de Tapachula, simuló recibir un golpe de un encendedor que fue arrojado al campo del estadio Olímpico de Tapachula, con el objetivo de detener el partido.
La situación se presentó al minuto 41, tras recibir el primer gol de los chiapanecos, en el duelo que finalizó empatado a dos tantos.
Servio asegura que el público lo hostigaba, por lo que simuló para solicitar seguridad detrás de su marco.
«Vivimos de esto, es un trabajo para nosotros y, jugar así, por momentos da miedo», dijo. «Uno siempre trata de apaciguar todo, porque es un momento difícil, pero ante las llamadas de atención al árbitro (Brian Omar González) para que me diera seguridad para seguir jugando… Reconozco mi culpa, porque simulé un golpe de un encendedor para poder ir a hablar con el comisario para que me dé seguridad, porque así no podía trabajar».
