La princesa
La princesa bajó la escalera y dijo: grupa, mineral, distancia, la mañana es un miriápodo de tina roja y llueve. Y dijo ¡cáscaras!, es el murciélago. Hay polvo en los vasos y un desierto azul en cada plato. No hay como afilar tijeras o clavar un alfiler en un protón herido. La escalera es un bosque, y mi rastro una red de ramas rotas. La princesa está perdida en el bosque que habita en la escalera.
Ciego
A estaba ciego, sólo podía escuchar el vuelo de los peces, el canto de los nidos, el color de las guayabas. Lo habitan sombras en el quiasma. Ve con el bastón y con los dedos el mapa de la lluvia. Él es azul y sólo espera conocer la nieve.