Islamabad/Nueva Delhi(EFE).- La escalada de tensión entre la India y Pakistán se ha intensificado con las reivindicaciones de las dos potencias nucleares de que este miércoles derribaron cazas del otro país.
En una guerra de propaganda lanzada por ambas naciones, Pakistán aseguró haber abatido hoy dos cazas indios, mientras que la India informó del derribo de un avión de combate paquistaní, al tiempo que reconoció haber perdido también uno de sus aparatos.
Esta escalada militar llega después de que la India asegurara haber bombardeado el martes un campamento en suelo paquistaní del grupo terrorista Jaish-e-Mohammed (JeM), que reivindicó el pasado 14 de febrero el atentado en la Cachemira india en el que murieron 42 policías, el peor ataque en la región en tres décadas.
Aunque Pakistán negó que la incursión india hubiera producido daños, respondió hoy con un bombardeo en zonas no habitadas de la Línea de Control (LoC, frontera de facto en Cachemira), lo que provocó la entrada en combate de cazas indios.
Fue entonces cuando supuestamente Pakistán derribó dos aeronaves de su acérrima enemiga y «arrestó» a uno de sus pilotos, según afirmó en su cuenta de Twitter el portavoz del Ejército paquistaní, general mayor Asif Ghafoor.
Una de las aeronaves se precipitó dentro de la Cachemira paquistaní y la otra en la zona india de esa región por la que la India y Pakistán han librado dos guerras y varios conflictos menores.
Para demostrar la veracidad de su versión, el Ejército paquistaní mostró fotografías de soldados inspeccionando supuestos restos del fuselaje del aparato indio que cayó a su lado de la frontera, así como imágenes del piloto, que se encuentra ahora bajo su custodia.
La versión india difiere de la de su vecino, como es habitual.
El Ministerio de Exteriores indio aseguró que Pakistán trató primero de atacar sin éxito «instalaciones militares en el lado indio», pero que sus intentos fueron frustrados por el «alto nivel de preparación y alerta» de la aviación india.
Según Nueva Delhi, la provocación causó un «combate aéreo» en el que derribaron un caza paquistaní y perdieron otro de sus aparatos.
Las versiones contradictorias no son nuevas en el cruce de acusaciones entre las dos potencias nucleares, que ya el martes no lograron ponerse de acuerdo sobre las consecuencias de la incursión india en territorio paquistaní.
Por un lado la India dice haber matado más de 300 terroristas del grupo que atentó el pasado 14 de febrero en la Cachemira india, con lo que buscaban prevenir nuevos ataques, mientras que Pakistán aseguró que el bombardeo impactó en una zona montañosa despoblada.
En medio de la confusión, las autoridades de ambos países suspendieron hoy las operaciones en varios aeropuertos del norte de la India así como en «todo» Pakistán, si bien en muchos casos los vuelos fueron retomados pasadas unas horas.
Como telón de fondo, continúan las habituales violaciones al alto el fuego a los dos lados de la frontera de Cachemira entre militares indios y paquistaníes, además de las convocatorias mutuas de diplomáticos.
En el primer intento en dos días de apaciguar los ánimos ya caldeados tras el atentado de hace dos semanas, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, llamó hoy al diálogo en un discurso a la nación.
«Sentémonos juntos y arreglemos esto dialogando (…) Con las armas que tenemos, ¿podemos realmente permitirnos un error de cálculo?», se preguntó el mandatario, en referencia a su estatus de potencias nucleares.
Pero, poco después, el Ministerio de Exteriores indio volvió a subir el tono: «La India se reserva el derecho a tomar acciones firmes y decisivas para proteger su seguridad nacional, soberanía e integridad territorial contra cualquier acto de agresión o terrorismo transfronterizo», advirtió.