
Asunción, Paraguay (EFE).- El Partido Liberal, el mayor de la oposición, consideró este miércoles una «afrenta» el homenaje que el presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, realizó ayer al dictador Alfredo Stroessner (1954-1989) en presencia de su homólogo paraguayo, Mario Abdo Benítez.
Bolsonaro que participó en un acto junto a Abdo Benítez en la hidroeléctrica Itaipú, compartida por ambos países, aludió a los responsables de su construcción, tanto el dictador brasileño Humberto de Alencar Castelo Branco, como Stroessner, a quien calificó como un «estadista que sabía perfectamente» lo que quería para Paraguay.
«Mi homenaje al general Alfredo Stroessner», añadió el brasileño ante los aplausos del público.
Palabras que para el líder del Partido Liberal, Efraín Alegre, suponen una «afrenta y una falta de respeto a miles de compatriotas que fueron perseguidos, torturados, y muchos muertos», según dijo hoy a los medios, tras una reunión con el comité político de su formación.
Sobre el silencio de Abdo Benítez, que no se ha pronunciado sobre el tema, el líder opositor sugirió que «tal vez comparta esa visión» sobre la dictadura, porque «el mensaje que está enviando el Gobierno es que ellos simpatizan con el stronismo» y, si no lo hacen, añadió, «sería bueno que el presidente lo dijera con mucha claridad».
Abdo Benítez generó críticas a comienzos de mes, coincidiendo con la conmemoración de los 30 años de la caída de la dictadura, cuando al ser preguntado por el significado que tiene para él la fecha del golpe de Estado que derrocó a Stroessner, respondió que coincide con la fundación de Ciudad del Este, segunda urbe más grande del país, y acompañó su respuesta con una carcajada.
Abdo Benítez y Bolsonaro mantuvieron también una reunión bilateral en la que abordaron el futuro de Itaipú, cuyo Tratado de explotación deberán renovar ambos países en 2023
En concreto, deberán negociar el anexo C de ese documento para decidir qué se hará con el 50 % de la energía generada por la presa que le corresponde a Paraguay y cuyos excedentes, hasta ese año, debe venderlos al país vecino a precio de costo.
En ese sentido, Alegre comentó que les «preocupa que las negociaciones que vienen (mantengan) esa línea stronista, de entrega de los intereses de Paraguay» en materia energética.
«Tenemos que estar atentos y en condiciones de decirle al Brasil que no, que esos precios no vamos a aceptar», aseveró.