GINEBRA, Suiza (EFE).- Unos cuarenta países, entre ellos los de la Unión Europea (UE) y Japón, han acordado en Naciones Unidas un borrador de reglamento relativo a un sistema avanzado de frenado de emergencia del que deberán estar dotados los coches que se vendan en el futuro próximo en los Estados comprometidos con esta medida.
Esta innovación «mejorará ostensiblemente la seguridad vial, especialmente en las ciudades», declaró el portavoz de la Comisión Económica de Naciones Unidas para Europa (UNECE, por sus siglas en inglés), Jean Rodríguez, al anunciar a la prensa este avance.
La UE ha informado a la UNECE que tiene planes de aplicar la medida a partir de 2022, mientras que Japón lo hará ya el próximo año.
El sistema de frenado en cuestión emplea sensores para verificar la proximidad de un vehículo o de un peatón que esté por delante y detecta situaciones en las cuales la velocidad y la distancia relativas indican que una colisión es inminente.
Estudios realizados en Europa, Australia y Nueva Zelanda indican que el uso de ese sistema lleva a una reducción del 38 % de los choques traseros a baja velocidad.
De manera general, el sistema podría salvar más de 1.000 vidas cada año en la Unión Europea, según los datos de la UNECE.
El sistema de frenado ya está disponible en algunos países en ciertos modelos de automóviles y los camiones y autobuses que transitan por las autopistas de la Unión Europea están dotados del mismo, bajo otras especificidades técnicas.
Rodríguez explicó que el nuevo reglamento de la ONU impondrá una armonización de los requisitos del sistema de frenado a bajas velocidades (hasta 60 kilómetros por hora) que tendrán que cumplir todos los fabricantes.
Su aplicación se limitará a los vehículos ligeros y minibuses con capacidad de hasta nueve pasajeros.
El borrador de reglamento deberá ser adoptado el próximo junio en el Foro Mundial para la Armonización de los Reglamentos de Vehículos, con su entrada en vigor a principios de 2020.
Rodríguez indicó que la Unión Europea y Japón han anunciado con antelación que comenzarán a aplicar el reglamento apenas esté vigente.
«Esto significa que si miramos al número de nuevos coches que se someterán a la nueva regulación, estamos hablando de 15 millones de automóviles vendidos en la Unión Europea, según cifras de 2017, y 4 millones en Japón, según datos de 2018», detalló el portavoz UNECE, que recordó que varios países se alinean en general con las prácticas de la UE.