La desarticulación del poderoso cártel de las drogas conocido en Colombia, como el “Clan del Golfo”, que tiene como centro principal de operaciones la frontera con Panamá, es uno de los objetivos de las fuerzas de seguridad en el mandato del presidente Iván Duque.
El jefe de Estado sostuvo que para golpear a fondo esta estructura criminal, es importante articular el plan Agamenón 2 con las estrategias se conoce como “El que la hace la paga”, de la Policía Nacional, y el Plan Diamante de las Fuerzas Militares.
“Vamos a desarticular esa red criminal, sus cabecillas van a saber que van a tener a la Fuerza Pública respirándoles en la nuca”, afirmó el jefe de Estado, quien tiene como meta golpear el crimen organizado en los primeros 100 días de gobierno.
Asímismo, declaró que se continuará fortaleciendo el trabajo que él denominó “muralla de contención y al mismo tiempo de enroque con la colaboración de las autoridades de la hermana República de Panamá”.
Expresó que espera junto con el alto mando y con los responsables de Agamenón 2, ofrecer “resultados más contundentes con respecto a los cabecillas de esa organización denominada ‘Clan del Golfo’”.
Esta organización criminal tiene en sus filas cerca de mil 500 personas a su servicio y controla gran parte del negocio del tráfico de droga en Colombia, de armas y de inmigrantes que mueve por la línea fronteriza con Panamá.
El “Clan del Golfo” también es conocido como los Urabeños o las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, y está bajo la dirección de Dairo Antonio Úsuga, “alias Otoniel”, un antiguo guerrillero del desmovilizado Ejército Popular de Liberación (EPL), que firmó un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 1990. Las autoridades de Colombia ofrecen una recompensa por su captura de cinco millones de dólares.