El Tribunal Supremo de Filipinas aprobó hoy una ley de control de la natalidad que instruye a los centros de salud distribuir preservativos y píldoras anticonceptivas, en desafío a la Iglesia Católica que había logrado detener la legislación 18 años.
La legislación prevé la puesta en marcha de políticas sobre planificación familiar y control de la natalidad, incluidas campañas para facilitar el acceso a preservativos y píldoras anticonceptivas, explicó el vocero de la Suprema Corte, Theodore Te.
Esta polémica ley, a la que se opone la Iglesia Católica porque promueve el uso de preservativos, obliga a los centros sanitarios del gobierno a entregar preservativos y píldoras anticonceptivas gratuitos, reportó la agencia filipinas de noticias PNA.
Además, instaura cursos de educación sexual en los colegios y exige a los empleados de salud pública que reciban un entrenamiento sobre planificación familiar.
La aprobación de esta ley se considera una gran derrota para la Iglesia Católica, que había llevado a cabo durante 18 años una campaña exitosa contra cualquier forma de legislación sobre la planificación familiar en Filipinas.
El presidente filipino, Benigno Aquino III, desafió a la presión eclesiástica y promulgó esta ley en diciembre de 2012, sin embargo la Suprema Corte inmediatamente la suspendió después de que grupos religiosos presentaron demandas alegando su inconstitucionalidad.
“Esta monumental decisión confirma la separación entre la Iglesia y el Estado y afirma la supremacía del gobierno en preocupaciones seculares como la salud y el desarrollo socioeconómico”, afirmó el legislador Edcel Lagman, el principal autor de esta ley, después del veredicto.
La Iglesia católica, a la cual pertenecen 80 por ciento de los 100 millones de habitantes Filipinas, promovió manifestaciones denunciando esta ley como “diabólica”, incluso durante su campaña amenazó con excomulgar a Aquino.
Filipinas, que tiene unas de las tasas de natalidad más altas de Asia, es el único país donde el divorcio sigue siendo ilegal, lo que demuestra el poder de la Iglesia católica.
La Iglesia Católica ha jugado un papel significativo en la vida política de Filipinas y sigue ejerciendo una gran influencia sobre la población.





