Por lo menos 35 personas han muerto en cuatro tiroteos en los últimos siete días en Estados Unidos, lo que ha llevado a un grupo de legisladores a buscar una enmienda de la Constitución que autoriza la portación de armas de fuego.
Los tiroteos se registraron en Newton, en el estado de Conecticut el viernes pasado; en Newport Beach, en California el sábado y en el condado de Weld, en Colorado este martes.
Los estadunidenses todavía no se reponían del impacto de que un sujeto armado con un fusil automático disparara contra niños de una escuela primaria, cuando al día siguiente un sujeto latino, Marcos Gurrola, de 42 años, disparó en un centro comercial al menos 50 tiros.
Gurrola explicó a las autoridades que disparó, también con un fusil automático, a manera de catarsis, porque se sentía agobiado por sus problemas personales, de acuerdo con detectives de Newport Beach.
Luego esta mañana un sujeto mató con arma de fuego a tres personas y luego se quitó la vida en el estado de Colorado, informó el alguacil del condado de Weld.
El vocero del alguacil, Tim Schwartz, dijo que alrededor de las cuatro de la mañana una mujer llamó a los servicios de emergencia para reportar una emergencia y cuando estaba al teléfono se escuchó que dijo «no, no, no» y enseguida se escucharon disparos.
Momentos después un hombre tomó el aparato e informó que se iba a suicidar, y enseguida se escuchó otro disparo y la línea telefónica quedó abierta.
El alguacil despachó al lugar al Equipo de Armas y Tácticas Especiales que encontró los cuerpos de cuatro adultos, dos hombres y dos mujeres.
Menos de 48 horas antes del ataque en Newton, otro sujeto, al parecer agobiado por haber perdido su empleo, disparó igualmente con fusil automático en un centro comercial cerca de Portland en Oregon, mató a dos personas, hirió a una adolescente y pereció en enfrentamiento con las autoridades.
La senadora Diane Feinstein, de California, la única que ha sido capaz de reglamentar la venta de armas de asalto sin que la Asociación Nacional del Rifle anule con apelaciones su iniciativa, dijo que en enero próximo presentará una nueva iniciativa sobre el tema.
«Cuando un tiroteo sin sentido llega a un jardín de niños o a una escuela primaria en nuestro país, una tiene que cuestionarse qué está pasando en Estados Unidos», dijo la congresista al anunciar su iniciativa.
«Las armas de asalto no pertenecen a nuestras calles, nuestros cines, nuestros centros comerciales y mucho menos a nuestras escuelas», agregó.
Dijo confiar en que «en la próxima sesión del Congreso -ahora en receso de fin de año- habrá un debate sostenido y profundo acerca de la cultura estadunidense de las armas» y la responsabilidad de los legisladores «para impedir más pérdidas de vidas».
Un grupo de legisladores de la bancada demócrata informó este martes que se reunirá con la senadora para apoyar la próxima iniciativa para controlar la venta de fusiles de asalto entre la población civil.