Alma Martínez / Pulso
Karla Daniela fue rescatada por elementos de la Policía Estatal, luego de que el vigilante de una institución educativa les avisó que los ocupantes de un vehículo la bajaron de un carro, en la colonia Juárez.
El domingo 17 de febrero, cerca de las 13:00 horas, los padres de la niña de nueve años se dieron cuenta que Karla Daniela no estaba, comenzaron a buscarla y la encontraron dos horas después en el cuarto de Marcelo, tío de su padrastro.
La menor se asustó y corrió hacia una iglesia, testigos dijeron que ahí la vieron, pero luego ya no supieron nada. A partir de ahí comenzó una búsqueda a la que se fueron sumando deportistas, integrantes de emprestas turísticas, rescatistas, autoridades y voluntarios.
El día de la desaparición, los oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado acudieron al ejido La Lima para iniciar las investigaciones de los hechos, y tras la pesquisa, comenzó la búsqueda.
Recorrieron la sierra, ayudados con un dron y con un helicóptero, pero no había huellas de la niña. Los rescatistas buscaron en el río, sin éxito.
Distintas versiones corrían y el tema de conversación era la desaparición, nadie podría creer que luego de ocho días, la policía no tuviera pistas del paradero de Karla Daniela. Salió a la luz, que podría haberse registrado un abuso sexual por parte de un familiar cercano. El padrastro de la niña confirmó que la encontró con su tío Marcelino, y que ésta se fue sin decir si le había hecho algo su pariente.
Otra versión que corrió era que la niña recibía malos tratos y el padrastro aceptó que a veces la reprendía o le llamaba la atención, “normal”, como cualquier otro padre lo haría.
Poco antes de las 4:30 horas, Karla Daniela bajó de un carro color blanco, es lo único que alcanzó a ver el vigilante del Cetac, una niña que usaba chamarra color negro, short verde, sandalias moradas con rosa, con una bolsa de plástico en la mano y una bolsita de niña al hombro, caminaba hacia la caseta.
Era Karla Daniela, la niña desaparecida, por lo que enseguida informó al 911 y al sitio llegaron las autoridades para ayudarla, fue llevada a la Policía Estatal, luego lo trasladaron a la agencia del ministerio público para la búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas y después a la PRODEM, donde quedaría resguardada, pues no sería entregada a sus padres hasta que se esclarecieran los hechos.
Las personas que mantuvieron a la niña durante los 12 días, escribieron un mensaje en un cuento infantil, en el que acusan al padrastro de golpear a la niña sólo porque la mantenía y se hacía cargo de su educación.
Se trata de un matrimonio que supuestamente quiso alejarla del maltrato, la niña dijo a las autoridades que estaba con ellos por voluntad propia y que estuvo en el ejido La Subida y luego se la llevaron en motocicleta al ejido Rancho Nuevo para después dejarla afuera del plantel educativo.