CIUDAD VALLES. Murió el niño que fue baleado accidentalmente por su primo en el ejido El Zocohuite; los médicos ya habían advertido a la familia que no había esperanzas de vida.
Ayer por la mañana, los médicos de la clínica del IMSS que estaban atendiendo a Seminadad N., de 11 años de edad, salieron a la sala de espera para notificarles a los familiares que pese al esfuerzo que hicieron, el menor había muerto.
Una bala calibre .22 que salió expulsada de un rifle que accionó su primo Yamil de 13 años de edad, se quedó alojada en la cabeza del menor y finalmente produjo su muerte.
La tragedia ocurrió la tarde del domingo en la casa del infortunado, a donde ya habían llegado varios familiares para pasar la navidad, entre ellos Yamil, quien radica en Coxcatlán.
Los primos anduvieron jugando desde temprano, ante la mirada de su abuelo Juan N., de 66 años, quien refirió que repentinamente su nieto Yamil agarró un rifle que tenía sobre la mesa y le disparó accidentalmente a Seminadad.
El niño fue levantado por sus parientes y llevado de inmediato a un sanatorio particular de la colonia Obrera, donde les advirtieron que la situación era grave, pues la bala había alcanzado el cerebro y había pocas probabilidades de que el menor sobreviviera.
Luego de que se reportara la muerta del menor, los elementos de la Policía Ministerial del Estado iniciaron las investigaciones para esclarecer el caso.
