TUCSON (EFE).- El chiltepín, un condimento del estado mexicano de Sonora, cruzó la frontera para convertirse en la materia prima de Chilttepica, la compañía montada por una pareja de inmigrantes que elabora una gama de productos a base de este chile, y que causan sensación en festivales internacionales.
Resultado del anhelo de los mexicanos Gloria y Huemac Badilla por asegurarse estabilidad económica y ser independientes laboralmente, la idea de Chilttepica surgió hace seis años cuando dos amigos suyos perdieron sus casas por la crisis inmobiliaria.
«Estábamos en la sala de la casa y dijimos: ‘Que haríamos si perdiéramos la casa o perdiéramos nuestros trabajos’. Dijimos pues haríamos salsa, porque (cuando íbamos a reuniones de amigos) todos decían tú estás encargado de la salsa, les gustaba», contó a Efe Gloria Badilla, residente en Arizona (EE.UU.).
Empezaron con la salsa Chilttepica, una combinación del nombre de este chile con pica, y posteriormente introdujeron a su abanico de productos otros artículos como el chiltepín en pepa, molido y con sal marina.
El chiltepín, conocido como el «oro rojo» de Sonora ya que su precio puede llegar a 70 dólares la libra, se puede comer con un taco de frijoles, con huevos revueltos, acompañando un corte de carne de res o hasta ser parte de un plato principal en la cena.
«No voy a mentir, es algo bien duro, siempre tienes el nervio en el estómago», dijo Badilla, sobre los inicios de la aventura. «Toqué muchas puertas, hice llamadas, envíe correos, incluso algunos no nos han respondido pero un día (el supermercado) Costco nos contestó».
Ese día su sueño empezó a ser realidad. El gigante de la distribución les pidió que presentaran su producto en sus oficinas corporativas del sur oeste del país y, tras la reunión, obtuvieron el visto y bueno para que Chilttepica esté en sus estanterías.
Actualmente, la salsa Chilttepica se vende en los tres Costco de Tucson, y cada quincena deben proveer unas 1,200 salsas, además de superar varios controles.
En el inmediato plazo, Badilla señala que se encuentran en negociaciones con otras tiendas del país, mientras prosiguen sus ventas a través de su página web y desde donde distribuyen pedidos a Nueva York, California, Carolina del Norte y del Sur, Dakota, Texas y Florida.
Recientemente participaron en el Festival Internacional de Gastronomía en Macao (China), de la mano de la oficina turística Visit Tucson, y en el que maravillaron a los chefs internacionales que estaban presentes.
«Llevamos varios frascos con el chile a China y fue una sensación, habían chefs de 21 ciudades del mundo. Estaban maravillados», dijo a Efe Felipe García, vicepresidente de Visit Tucson.
Según García, la empresa creada por la pareja de inmigrantes «genera empleo en México mientras hace crecer su negocio en Estados Unidos».
«Le pagan a la gente que recoge el chile por hora, porque quieren que le dediquen tiempo a cortar un buen producto, mientras otros compradores pagan por peso», comentó García.
Badilla manifestó que el plan de negocio ha cambiado varias veces y tuvo una inversión inicial de 10 mil dólares. Luego, cuando empezaron a crecer, debió renunciar a su trabajo para dedicarse por completo al negocio.
Hoy en día, la empresaria está clara que iniciar su propia compañía ha sido un reto, pero está orgullosa de demostrar que los inmigrantes vienen a este país a producir, aportar, representar a su cultura y dejar una huella.