Para hablar de la pasión, mediante la cual fuimos rescatados todos, tomaré como tenía las palabras del título que Pilatos hizo escribir sobre la Cruz: “Jesús Nazareno, Rey de los Judíos”.
Jesús quiere decir Salvador, así que ha muerto porque es salvador y para salvar hacía falta morir. Rey de los judíos, o sea que es Salvador y Rey al mismo tiempo.
Judío significa “confesar”; por tanto es Rey pero de solo aquellos que le confiesen, y ha muerto para rescatar a los confesores; si realmente ha muerto y con muerte de cruz.
SANTO
Ahí tenemos pues las causas de la muerte de Jesucristo: la primera, que era Salvador, Santo y Rey; la segunda, que deseaba rescatar a aquellos que le confiesen.
Pero, ¿no podía Dios dar al mundo otro remedio sino la muerte de su Hijo?. Ciertamente podía hacerlo; ¿es que su omnipotencia no podía perdonar a la naturaleza humana con un poder absoluto y por pura misericordia, sin hacer intervenir a la justicia y sin que interviniesen criatura alguna?
AMOR
Sin duda que podía. Y nadie se atrevería a hablar ni censurarle. Nadie, porque es el Maestro y Dueño soberano y puede hacer todo lo que le place.
Ciertamente pudo rescatarnos por otros medios, pero no quiso, porque lo que era suficiente para nuestra salvación no era suficiente para satisfacer su Amor.
Y que consecuencia podríamos sacar sino que, ya que ha muerto por nuestro Amor, deberíamos morir también por Él, y si no podemos morir de amor, al menos que no vivamos sino sólo para Él.
SIETE PALABRAS
El Viernes Santo es una fecha especial para todos los cristianos en el mundo, en ella recordamos el sufrimiento, muerte y
resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
En este tiempo meditamos y reflexionamos a la luz de la Palabra de Dios el significado para nuestros días del sacrificio realizado por Jesucristo para rescatarnos de nuestros pecados.
VENCIÓ LA MUERTE
Lo más significativo para los cristianos es el hecho de que Jesucristo resucitó y venció a la muerte y que a partir de ese acto la vida eterna es ya una realidad. ¡Su sangre nos ha liberado! ¡Él vive y nosotros vivimos en Él!
DÍAS SANTOS
Iniciaron los días Santos con el Domingo de Ramos, recordando que Jesús entró a la ciudad de Jerusalén con el gozo y alegría del pueblo.
El Jueves Santo es el día que separamos para meditar sobre el nuevo Pacto en la Cena Pascual con sus discípulos.
En el Viernes Santo meditamos las Siete Palabras pronunciadas por Jesús en la cruz
RESURRECCIÓN
Termina la Semana Santa con el Domingo de Resurrección que es total motivo de nuestra alegría y esperanza porque Cristo resucitó de entre los muertos y nos salvó de los efectos del pecado.
La crucifixión
El señor está firmemente clavado en la cruz; cumplía su deseo de morir por la humanidad
Había esperado muchos años y en aquel día se cumplía su deseo de redimir a los hombres.
Lo que había sido un instrumento infame y deshonroso, se convertía en el árbol de la vida y escalera de la Gloria.
Una honda alegría le llenaba el extender los brazos sobre la Cruz, para que supieran los hombres que así tendría siempre los brazos para los
pecadores que se acercan a Él: abiertos.
LITURGIA
Según una antiquísima tradición, la Iglesia no celebra los sacramentos en este día ni el siguiente.
El altar debe estar desnudo por completo: Sin Cruz, sin candelabros, sin manteles.
Ayuno y abstinencia se incluyen como precepto, en el cual los días de guardar son el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Las edades
son de 14 a 59 años.
ORNAMENTO SACERDOTAL
El ornamento sacerdotal, en esta solemnidad es rojo. La primera parte es la Liturgia de la Palabra y la Oración Universal. Se lee la Pasión del Señor según el Evangelio de San Juan.
ADORACIÓN DE LA CRUZ
La segunda parte es la adoración de la Cruz: El leño del Calvario no es sólo un suplicio, sino sobre todo la cruz exaltada.
El celebrante, los ministros y los fieles van a postrarse sucesivamente delante del crucifijo en señal de adoración de Cristo, triunfante por la Cruz.
SAGRADA COMUNIÓN
La tercer parte es la Sagrada Comunión se distribuye únicamente a los fieles dentro de la celebración de la Pasión del Señor; a los enfermos, que no pueden participar en dicha celebración, se les pude llevar a cualquier hora del día.
MEDITACIÓN
El Vía Crucis es la devoción propagada sobre todo por los franciscanos a partir de los siglos XV y XVI, consiste en recorrer un itinerario de representaciones, llamadas estaciones, de las etapas del camino que va del palacio de Pilato al Calvario,
deteniéndose a meditar y a rezar.
MADRE DOLOROSA
En la pasión y crucifixión hay dos personajes que pagaron con sus propias vidas el precio de la redención: Cristo nuestro salvador y redentor, que con su sangre, lavó nuestros pecados y nos abrió la puerta del cielo.
María, la Madre Dolorosa, la corredentora, que por su amor inmenso hacia Jesús, padece la agonía de su hijo, y así consumida de dolor, comparte plenamente el sacrificio salvífico de Jesús,
y todo por amor a la humanidad.
JESÚS CONDENADO A MUERTE
“¿Qué sintió tu corazón cuando escuchaste la sentencia de muerte que imponían a tu adorado hijo? Tú que le diste vida, que lo llevaste en tus entrañas, que lo amamantaste, que lo viste crecer, caminar, hablar y ahora serías testigo de su muerte”.
CORONA DE ESPINAS
Tú que has sentido el gran dolor de ver a tu hijo con una corona de espinas enterrada en su tierna cabeza; tú que le has visto su cuerpo todo latigado, sangrando y su carne toda llagada.
SE ENCUENTRA CON SU MADRE
Tu corazón no aguanta más el deseo de darle un poco de cariño a tu hijo. Entonces, te adentras entre la multitud gritando el nombre que tantas veces llamabas para que fuera a comer, a estudiar: “¡Jesús, Jesús Mi hijo!” y por fin logras llegar a donde está tu hijo Jesús. Tus ojos llenos de lágrimas, angustia, dolor y soledad, mendigando de los hombres
un poco de amor.
SÚPLICA
Has estado orando y suplicando al Padre que mueva el corazón de alguien para que generosamente corra al auxilio de tu hijo. Deseabas que fuera una mujer para que con su delicadeza maternal, aliviara
tanta aspereza y brusquedad que
ha recibido Jesús.
CLAVADO EN LA CRUZ
Ves como colocan a tu hijo en la cruz, ni siquiera podrás pasar sus últimos instantes con algún descanso. No ahora ves como amarran a la cruz su cuerpo todo herido.
SACRIFICIO
Madre Dolorosa, ahí estás tu, al pie de la Cruz de tu hijo, firme, de pie como toda una Reina. Al lado de tu hijo, ofreciéndote tu como sacrificio de consolación.
Y ves como un soldado traspasa con una lanza el corazón de tu hijo y tu corazón María es en ese momento traspasado espiritualmente por la misma lanza.
CONSUELO Y AMOR
Ahora si puede tener a tu hijo en tus brazos. Lo único que importa en ese momento es tenerlo a Él de nuevo en tus brazos maternales. Sabes que Él no puede sentir tus caricias y tus besos, pero aún así lo besas y lo acaricias y quieres como borrarle el horror de lo que los hombres le hicieron a través de tu ternura y de tu amor.
La divina misericordia
Dios es amor y nos enseña a perdonar, sin importar cuán grandes sean nuestros pecados
El mensaje y devoción a Jesús como la Divina Misericordia está basada en los escritos de Santa María Faustina Kowalska.
Esta monja polaca, en obediencia a su director espiritual, escribió un diario de 600 páginas que relatan las revelaciones que ella escribió sobre la Misericordia de Dios.
Aún antes de su muerte, se comenzó a esparcir la devoción a la Divina Misericordia.
MENSAJE
El mensaje de Misericordia es que Dios nos ama a todos no importa cuán grande sean nuestras faltas.
Él quiere que reconozcamos que su Misericordia es más grande que nuestros pecados, para que nos acerquemos a Él con confianza, para que recibamos su Misericordia y la dejemos derramar sobre otros.
DEVOCIÓN
Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una total entrega a Dios como Misericordia. Es una decisión que comprende en confiar completamente en Él, en aceptar su Misericordia con acción de gracias y de ser Misericordioso.
Las prácticas devocionales propuestas en el diario de la Santa Faustina están en completo acuerdo con la confianza de la iglesia y su raíz está firmemente en los mensajes de los Evangelios de nuestro Señor Misericordioso. Estos propiamente comprendidos e implementado nos ayudan a crecer como genuinos seguidores de Cristo.
Jesús murió
Oración: «Hoy estarás conmigo en el paraíso»
También nosotros queremos
estar contigo en la vida eterna.
Danos la gracia de recorrer
nuestro camino terreno
sin olvidarnos de ti.
Ayúdanos a vivir
cristianamente
para morir consolados
por tu misericordia asistencia;
y que merezcamos oír
de tu boca
a la hora de nuestra muerte:
“Hoy estarás conmigo
en el paraíso”.
Celebraciones religiosas en la catedral metropolitana de San Luis Potosí
En el santuario de nuestra señora de Guadalupe, el arzobispo Emérito don Arturo Antonio Szymanski Ramírez, preside la pasión del señor
Los fieles católicos recuerdan este día la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo y Salvador.
En las celebraciones, que presidirá el Arzobispo de San Luis Potosí, don Jesús Carlos Cabrero Romero, se encuentra el Rezo
de Laudes.
Durante la lectura del Evangelio, escrito por San Juan Bautista, se recuerdan sus palabras: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
En los templos y parroquias de la Arquidiócesis, se efectuarán las ceremonias que presidirán los presbíteros.
También, participarán especialmente el arzobispo emérito de San Luis Potosí, don Arturo Antonio Szymanski Ramírez.
La solemnidad inicia con un rito de entrada, los sacerdotes ingresan en silencio, vestidos en color rojo que simboliza la sangre y el martirio y se postran en el suelo; no hay cantos, ni alabanzas.
Se hacen las lecturas y se reflexiona acerca del Evangelio.