“Crea fama y échate a dormir”. Desde el municipio de Soledad de Graciano Sánchez y a partir de hace poco menos de 10 años, el municipio conurbado con la capital cobró fama a nivel nacional por el alto grado de inseguridad que se trasladó hasta la capital potosina durante la administración de Ricardo Gallardo. Por igual surgieron denuncias de diversos delitos y noticias de hechos a los que los capitalinos no estaban acostumbrados.
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Luego, de ese escenario de inseguridad, surgieron leyendas urbanas y denuncias de presunción de diversos hechos delictivos que incluyeron la sospecha de que en Soledad de Graciano Sánchez no sólo hay cementerios oficiales, sino también fosas clandestinas. Es obvio que no se podía afirmar tal cosa si no hay un proceso profundo de investigación.
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Al menos hasta ahora, las afirmaciones de quienes dicen que las hay se han quedado en el terreno de la sospecha, a decir del operativo de la Fiscalía General del Estado que incluyó familiares de desaparecidos, para la búsqueda de sus seres queridos en el subsuelo del municipio de Soledad, un territorio en el que ciertamente la extorsión y la criminalidad es muy alta, y los temores de las víctimas y los ofendidos se encuentran en su nivel de alerta roja.
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El operativo incluyó terrenos donde se presumía había fosas clandestinas. Personal de diversas áreas especializadas hurgó en uno y otro lado y no encontró nada que haga presumir algún hecho delictivo. Por supuesto se trata de terrenos debidamente señalados. La probabilidad es excluyente si se considera que los terrenos revisados no son sinónimo de que se acabó la búsqueda en Soledad de Graciano Sánchez, un municipio donde las evidencias socio-organizativas apuntan a niveles de seguridad nada deseables.
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Por lo general, los datos que incluso las autoridades competentes se han afanado en cubrir, surgen a través de denuncias de redes sociales o cuando aparece algún candidato a puesto de elección popular en las campañas políticas. Frecuentemente, las investigaciones culminan en la conclusión de que si no hay cadáver encontrado, entonces no hay delito que perseguir.
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Por el lado del Interapas, llama la atención el caso de un servidor público que ha hecho fama por decirse pariente del presidente municipal de la capital y de la familia Nava. Lo conocen porque precisamente aprovechando esa posición igual se brinca las trancas de quienes son sus jefes en el organismo operador, que atosiga a funcionarios, al menos a decir de la probable presentación de una denuncia por hostigamiento laboral y violencia de género.
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Quien ha pasado muy malos ratos con el supuesto pariente de la familia Nava, es nada menos que la delegada del Interapas en Soledad de Graciano Sánchez, Natalia Castillo, quien no sólo debe soportar los abusos e intransigencia de la alcaldía de aquel municipio, sino también de uno de sus propios compañeros, con cargo de subdirector, señalado por varios empleados.
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La falta de cálculo del supuesto pariente de la familia Nava llegó muy tarde. Las mujeres tienen más herramientas para hacer valer sus derechos, y hay indicios de que otros trabajadores harán valer lo propio, precisamente por problemas laborales relacionados con la actitud del hombre de nombre José Manuel que aseguran, presume marcada ascendencia e influencia con sus parientes. Flaco favor hace a la familia Nava, un funcionario que guisa sus propios argumentos en la sartén del influyente.
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¡¡HASTA MAÑANA!!
