En el marco de la conmemoración del 747 aniversario luctuoso de San Luis Rey, se desarrolló en la Catedral Metropolitana de San Luis Potosí una misa especial en honor al patrono de la ciudad, presidida por el arzobispo José Carlos Cabrero Romero en la que se hizo la ordenación presbiteral de José Rafael Quintá Méndez y ordenación diaconal de José Inés Galván Govea.
En entrevista el arzobispo habló de la poca humildad que hoy tiene la ciudadanía y en especial los servidores públicos que «apenas les dan un ladrillo y ya se caen, es decir, apenas les dan un puesto y se olvidan que ese puesto fue de elección, de compromiso ciudadano, de atención, de empeño que en verdad favorezca a los que entregaron su voto pero son olvidados buscando otros intereses o una segunda vuelta».
Dijo que para muchos es desconocida la vida de San Luis Rey, que «tiene mucha enseñanza para este tiempo como hijo, esposo, padre de familia y gobernante, tuvo un principio que rigió toda su vida inculcado por sus padres como es el amor a Dios y el amor al prójimo que lo condujo hacer un hombre solidario que miraba especialmente en favor de la clase vulnerable, los más pobres».
Invitó a quienes tienen puesto de dirección en la sociedad potosina, a que aprendan de él, ya que el puesto es un lugar de servicio para devolverle especialmente a los pobres lo que en justicia les corresponde, no por el derecho que les da la Constitución sino lo que implica la humildad.
